Hoy ha sido un día de esos que no me importan. Ni fú ni fá. He visitado una ciudad sin encanto, sin importancia, sin lustre.
Nada tenía sentido.
Todo era ajeno para mí: ese “tren”, esas personas que subían en pueblos insospechados del extrarradio de Madrid, el aire, el sol, la compañía. Y la claridad en mi mente de que si pudiera, volvería atrás sin pensarlo lo más mínimo.
Ahora me acuerdo de 2.046 y pienso, que tal vez es hora de escapar de ese futuro imaginado.
“Everyone who goes to 2046 has the same intention. They want to recapture lost memories. Because in 2046 nothing ever changes. But, nobody knows if that is true or not because no-one has ever come back.”.
Won Kar Wai.
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